Más allá de la Columnata se encuentra el Patio Solar de Amenhotep III. Esta es una enorme área rodeada en tres de sus lados por 64 columnas papiriformes. Estas columnas representan los tallos atados de la planta sagrada de papiro, coronados por un grupo de capullos. Los arquitrabes — los bloques que sostienen las piezas que conectan una columna a otra — están inscritos con el cartucho del rey. Este antepatio era el lugar principal de reunión para los ciudadanos que visitaban el templo para rendir homenaje a los dioses, ya que sólo el faraón y los sacerdotes podían entrar al santuario interior. En 1989 una porción del patio fue excavada en un esfuerzo por determinar por qué las columnas y los arquitrabes se estaban desplazando — lo que amenazaba con hacer que la estructura completa colapsara. Durante los trabajos para salvar el patio de Amenhotep, fueron encontradas 26 magníficas esculturas que habían estado enterradas hasta entonces. Estas estatuas habían escapado los estragos del tiempo y el hombre y ahora lucen tan frescas como el día en que dejaron el estudio del artesano. Aún no se sabe por qué estaban enterradas, pero nueve de las más importantes ahora residen en el museo de Luxor, incluyendo una rara estatua de Horemheb. Hasta el descubrimiento de estas estatuas, sólo había dos retratos de poca calidad de este faraón que dirigió a Egipto hasta poner fin al cisma atoniano comenzado por Akhenatón. El descubrimiento de esta estatua representa un hallazgo sin par.